Te quiero contar un poquito sobre mi, he trabajado en Ventas, Marketing y Atención al Publico desde los 18 años o antes. He pasado por todos los rubros que te imagines, juguetes, equipos deportivos, comida, alfombras, cirugías estéticas y ropa, mucha ropa.
Es más en los últimos veinte años estaba a cargo de los locales comerciales, manejaba grupos grandes de personas, me ocupaba de mantener los estándares fijados, las reglas institucionales, las metas de ventas, todo lo que se te venga a la mente, pasaba por mis manos. Te imaginarás el estrés continuo que tenía, los dolores de cabeza y el poco tiempo para mi.
Necesitaba de una actividad que me desenchufara, que detuviera el tiempo y me llenara, algo que fuera mío, algo que amara hacer, y que contrarrestara la locura de mi trabajo de dependencia. Algo que estimulara mi creatividad y que me divirtiera.
Y me acordé de lo feliz que era mi abuela Susana tejiendo, ella lo hacía a dos agujas, y tan bien, para mi era perfecta, es más podía hacerlo sin mirar el tejido, siempre enfrente del televisor viendo la novela, en su sillón. Y se daba cuenta por el tacto si se equivocaba, y recién ahí miraba los puntos.
Fue por eso, que empecé a investigar el crochet, siempre me llamó la atención. Me declaro autodidacta e intrépida inconsciente al no saber donde me metía, porque se te abre un mundo de creatividad infinito, con miles de técnicas y usos. Crochet de prendas, adornos, alfombras, cosas para cocina, tapices, trapillo, amigurumis, etc...; y cada vez que estas aprendiendo algo, ya tenes en mente que es lo que viene a continuación, para las soñadoras como yo, es un mundo sin fin.
Me costó mucho llegar a donde estoy, aprendí sola todo lo que se, leyendo, investigando, y practicando, y lo bueno de todo, es que falta mucho por recorrer.
Hace un tiempo atrás seguía los patrones al pie de la letra, hoy mi mente cambia, combina y trata siempre de crear cosas nuevas. Hoy me animo a diseñar, bueno si se le puede llamar diseñar a generar una hermosa idea, llevarla al papel, hacer anotaciones, hacer cálculos, muestras, corregir, elegir lanas y más muestras y anotaciones...
Este proceso me ha puesto en jaque la paciencia y la organización, lleva su tiempo y es prueba y error miles de veces, hasta que el proyecto toma forma y se puede plasmar en un patrón.
Pero con tanto amor .. te hace sentir tan bien con vos misma, por tus logros, por lo lindo que quedan los proyectos, por los regalos que se te van ocurriendo. Y es inevitable querer compartir tanta alegría con los demás.
Lo de enseñar viene de la familia paterna, abuela, tías, madrina, no hay mujer en ese lado del árbol genealógico que no esté vinculada con la enseñanza. Calculo que lo llevo en los genes, porque la verdad es que me apasiona trasmitir lo que se a los demás, tengo pasta.
Así que desde hace un tiempo ya estoy en estas, tratando de que mi pasión se vuelva mi único sustento y no tener que salir a trabajar para otros, más luego de la pandemia y las condiciones laborales que hay en la vuelta. Quiero hacer de lo que amo mi emprendimiento.
Te invito a que sientas un poco de la felicidad que siento al tejer, te voy a ayudar en tu camino, y a enseñar todo lo que se.
¡Anímate a crear, teje tus sueños!
Gracias por visitarme,
Ana Carolina
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